sábado, 30 de noviembre de 2013

BPLCDLS. TEMA 5

Feliz sábado!!!

Alguno estará de resaca......me alegro por vosotros :)). Otros estamos recuperando el sueño atrasado de toooooda la semana jajaaa (la vida del estudiante de Enfermería en prácticas es muyyy dura).

Para captar vuestra atención en un día totalmente perezoso, vamos a hablar de uno de los temas de mayor interés e importancia del temario: RCP, SVB, DESA......puede que aún no os suenen estos términos, tranquilos.....todo llegará!!!

Así que empecemos ya :)

VALORACIÓN INICIAL Y TÉCNICAS DE SOPORTE VITAL BÁSICO


A) Soporte Vital Básico (SVB)


El soporte vital básico (SVB) es el conjunto de procedimientos que se aplica a las víctimas que presentan una parada cardiorrespiratoria (PCR), y que están dirigidos a sustituir primero, y reinstaurar después, la función fisiológica del corazón y de los pulmones, aportando el oxígeno necesario a las células del organismo y, especialmente, a las del cerebro.
En el momento en el que se produce una situación de emergencia con riesgo vital para la víctima, es importante que el socorrista sea capaz de:


Todos estos factores conforman la denominada cadena de supervivencia y son fundamentales porque aumentan las posibilidades de recuperación de la víctima. El SVB forma parte de la cadena de supervivencia.

En la aplicación de las maniobras de soporte vital básico se incluyen los siguientes procedimientos:
  1. Analizar la situación y asegurar la escena, para garantizar la seguridad del reanimador (socorrista) y de la víctima.
  2. Evaluar el nivel de consciencia de esta última.
  3. Abrir la vía aérea y comprobar la respiración. Si es necesario, realizar ventilaciones de rescate.
  4. Restablecer la circulación (mediante un masaje cardiaco externo).
  5. Restablecer la respiración (mediante respiración artificial).
  6. Continuar con las maniobras de RCP.
  7. Aplicar un DESA lo antes posible, si se dispone de él.

B) Procedimientos fundamentales en el SVB

Los procedimientos de reanimación cardiopulmonar (RCP), aplicados de forma correcta y rápida, pueden evitar la muerte de una persona que presente parada cardiorrespiratoria.

La secuencia de aplicación de estas maniobras es la siguiente:
  • Analizar la situación y asegurar la escena. Antes de iniciar cualquier maniobra de reanimación, es necesario analizar la situación y aplicar las medidas necesarias que garanticen la seguridad del socorrista, de la víctima y de posibles terceras personas que se encuentren en el lugar del accidente.
  • Evaluar el nivel de consciencia. Para poder evaluar el nivel de consciencia de la víctima, nos arrodillamos junto a ella colocándonos a la altura de sus hombros, para determinar si está o no consciente.
    • Protocolo de actuación
      1. Sujetamos a la víctima por los hombros, zarandeándola con suavidad.
      2. Le hablaremos en un tono alto y claro, preguntándole o pidiéndole algo.


  • Abrir la vía aérea. La obstrucción de la vía aérea se produce, generalmente, como consecuencia de la caída hacia atrás de la lengua, por falta de tono muscular (víctimas inconscientes) o por la existencia de algún cuerpo extraño (sangre, comidas u objetos) que la víctima pueda haber aspirado. Para abrir la vía aérea se aplica la maniobra de frente-mentón, que consiste en una hiperextensión del cuello, con la cual evitamos que la lengua se interponga en el paso del aire hacia los pulmones.
    • Protocolo de actuación
      1. Colocar a la víctima en decúbito supino sobre una superficie dura, plana y lisa, con los brazos extendidos a lo largo del cuerpo.
      2. Pedir ayuda
      3. Situarse de rodillas junto a los hombros de la víctima para realizar la maniobra de frente-mentón (colocando una mano en la frente y la otra en el mentón, se inclina la cabeza y se eleva la barbilla).
  • Comprobar la respiración. Con la vía aérea abierta, debemos comprobar si la víctima respira con normalidad y de manera espontánea. Si no es así, es necesario aplicar maniobras de reanimación.
    • Protocolo de actuación. Tenemos que colocarnos de rodillas junto a la víctima y explorar su respiración. En este proceso 1 ver, 2 oír, 3 sentir no debemos tardar más de 10 segundos.

  • Colocar a la víctima en posición lateral de seguridad (PLS). La posición lateral de seguridad (PLS) se utiliza cuando la víctima esta inconsciente pero respira con normalidad, para mantener la vía aérea abierta, evitar el atragantamiento y la aspiración de vómitos.
    • Protocolo de actuación. Para colocar a un adulto o a u niño en PLS debemos:
      1. Retirar las gafas y cualquier objeto que pueda tener en los bolsillos.
      2. Arrodillarnos junto a la víctima y colocarla en decúbito supino y con las piernas estiradas.
      3. Separarle del cuerpo el brazo más cercano a nosotros y ponerlo con el codo en ángulo de 90º.
      4. Colocarle el otro brazo flexionado por encima del tórax, con la mano apoyada contra la mejilla del otro lado.
      5. Flexionar su pierna más alejada hasta formar un ángulo resto con el cuerpo.
      6. Girarle hasta colocarle en decúbito lateral, tirando de la pierna flexionada (por encima de la rodilla) y del brazo del mismo lado.
      7. Poner su pierna superior de tal forma que cadera y rodilla formen un ángulo recto.
      8. Colocarle la cabeza inclinada hacia atrás para mantener la vía aérea abierta
      9. Abrigar a la víctima para evitar la pérdida de calor, utilizando una manta de supervivencia. La manta de supervivencia forma parte de un botiquín básico. Si no disponemos de una manta de supervivencia, podemos utilizar cualquier prenda de abrigo.
  • Restablecer la circulación. Cualquier alteración del sistema cardiocirculatorio que se manifieste por parada cardíaca o por alteraciones graves en el ritmo cardiaco debe ser tratada aplicando la técnica del masaje cardíaco externo. El masaje cardíaco externo consiste en aplicar compresiones en el centro del pecho (tórax), para comprimir el corazón entre el esternón y la columna vertebral, con el fin de provocar la salida de la sangre acumulada en su interior a través de los vasos sanguíneos y transportarla hacia todos los tejidos del organismo.
    • Protocolo de actuación
      1. Colocar a la víctima en decúbito supino en el suelo o sobre una superficie plana y rígida.
      2. Aflojarle la ropa, retirando todo lo que pueda comprimir el cuello (pañuelos, corbatas…), así como collares que puedan dificultar las compresiones.
      3. Arrodillarnos a un lado de la víctima, a la altura de los hombros.
      4. Colocar el “talón” de una mano sobre el esternón de la víctima, en el centro del pecho.
      5. Colocar el talón de la otra mano sobre el dorso de la primera entrelazando los dedos, procurando que estén rectas y no se apoyen sobre el pecho de la víctima.
      6. Con los brazos extendidos, y perpendiculares a la víctima, presionar sobre las manos para comprimir verticalmente el esternón (unos 4 o 5 cm en adultos, de 2 a 3 cm en niños y de 1,5 a 2 cm en los bebés (sístole). La maniobra es muy cansada, por lo que se trata de aplicar la compresión con el peso de nuestro cuerpo, sin flexionar los codos.
      7. Relajar la presión que se aplica sobre el tórax sin perder el contacto con la piel (diástole).
      8. Realizar 30 compresiones torácicas, repitiendo el movimiento de forma rítmica, a un ritmo de 100 compresiones por minuto (aproximadamente d2 compresiones por segundo).
        • Siempre que se pueda, combinaremos las compresiones con la ventilación o respiración artificial (30 compresiones/ 2 insuflaciones).
        • Si la víctima se recupera, colocarla en PLS.
  • Restablecer la respiración. Cuando la víctima no respira espontáneamente y no hay una obstrucción visible de la vía respiratoria, se deben aplicar, lo antes posible, las técnicas de respiración artificial. Existen diferentes métodos para restablecer la respiración. Cada uno de ellos tiene indicaciones concretas y específicas, pero el método de elección es el denominado boca a boca en cualquiera de sus variantes (boca a boca, boca a boca-nariz, boca a nariz), aunque también puede utilizarse ambúes, mascarillas y protectores faciales.                                                 
Procedimiento de boca a boca. Para realizar el boca a boca a un adulto, debemos:
    1. Arrodillarnos a un lado de la víctima (que debe estar en decúbito supino sobre un plano duro y liso, y con las piernas estiradas).
    2. Asegurarnos de que está abierta la vía respiratoria.
    3. Taparle los orificios nasales, pinzando con los dedos índice y pulgar de la mano que se apoya sobre la frente.
    4. Realizar una inspiración profunda, reteniendo la mayor cantidad de aire posible.
    5. Colocar nuestra boca cubriendo la boca de la víctima (“beso de la vida”), para evitar las pérdidas de aire durante la insuflación.
    6. Insuflar la mayor cantidad de aire posible en la boca de la víctima y observar si asciende el tórax (cada insuflación dura aproximadamente un segundo).
    7. Retirar nuestra boca de la boca de la víctima, ladeando la cabeza para observar si desciende su tórax.
    8. Realizar 2 insuflaciones sin intervalo de tiempo y continuar con 30 compresiones.
    9. Solo interrumpiremos el procedimiento cuando la víctima respire con normalidad (entonces se le coloca en PLS).
Si se realiza en niños pequeños o en bebes, se harán las siguientes modificaciones:
  • Cubrir con nuestra boca la boca en los niños; y la boca-nariz en los bebes.
  • Insuflar menos cantidad de aire y con menos intensidad y hacerlo cada tres segundos en niños y cada dos segundos en bebés. Esta secuencia es necesaria para mantener la frecuencia respiratoria del niño o del bebé. En condiciones normales es mayor que en el adulto.
Los pulmones de un bebé son mucho más pequeños que los del socorrista, por eso se necesita menos de una respiración completa para llenarlos; hay que ser especialmente cautos y cuidadosos al realizar la respiración artificial en víctimimas de estas características.


Procedimiento de ventilación manual con ambú. Para realizar la ventilación mediante un ambú (también llamado balón de resucitación autoinflable), debemos:
  1. Mantener la mascarilla pegada a la cara de la víctima, de forma que cubra su boca y nariz.
  2. Sujetarla con los dedos índice y pulgar de una mano (fijación y sellado de la mascarilla).
  3. Presionar sobre la bolsa, con la otra mano, para insuflar el aire en las vías respiratorias.
  4. Dejar de presionar la bolsa para facilitar la salida de aire (espiración).
  5. Pueden ir conectados a una fuente de oxígeno, lo que facilita el proceso de ventilación.

C) Reanimación cardiopulmonar (RCP) básica.

La reanimación cardiopulmonar (RCP) es la realización conjunta de los procedimientos de masaje cardíaco externo (compresiones torácicas) y de la respiración artificial, cuando se produce una parada cardiorrespiratoria (PCR).

Estos procedimientos se aplican cuando la víctima está inconsciente y hay ausencia de respiración normal. No es necesaria la palpación del pulso en la arteria carótida, sobre todo cuando la persona que lo lleva a cabo no sea experta, pues el dato obtenido no es exacto y retrasa el inicio de la reanimación. Dicha palpación tiene validez solo si quien la
realiza es personal sanitario.

No hay que olvidar que la PCR debe resolverse en el mismo lugar en el que ocurre, lo antes posible y en función del número de socorristas:
  • Si hay dos socorristas para aplicar los procedimientos de RCP, uno de ellos debe realizar la técnica del masaje cardíaco externo, y el otro la respiración artificial, situándose el primero a la altura del pecho y el segundo de la cabeza de la víctima, o bien una a cada lado.
  • Si hay un solo socorrista, este debe realizar los dos procedimientos, alternando cada uno de ellos, empezando por el masaje cardíaco (compresiones torácicas), para continuar con la respiración artificial.
Protocolo de actuación en adultos
  1. Comprobamos que la víctima está inconsciente y que no respira.
  2. Llamamos al 112.
  3. Colocar a la víctima en decúbito supino, en el suelo o sobre un plano rígido, y nos arrodillamos a su lado (en el caso de que hay aun solo socorrista) o bien uno al nivel de la cabeza y el otro del tórax (si hay dos).
  4. Iniciamos el procedimiento con las compresiones torácicas y continuamente con las insuflaciones (ventilaciones). La secuencia será de 30:2, es decir, aplicaremos 30 compresiones (a un ritmo de 100 por minuto) seguidas de dos insuflaciones, tanto si hay un socorrista como si hay dos.
  5. Repetimos el proceso compresión-insuflación hasta que la víctima reinstaure la función cardiorrespiratoria.
  6. Si la víctima se recupera, la colocamos en PLS hasta que se normalicen sus funciones o sea trasladada a un centro sanitario (controlando su estado periódicamente y manteniéndola abrigada).
  7. Si la víctima no se recupera, continuamos con las maniobras de RCP, manteniendo la secuencia 30:2 (30 compresiones, 2 insuflaciones).
  8. En caso de que contemos con un desfibrilador automático, DESA, aplicaremos una única descarga con el mismo (después de dos minutos de RCP).
  9. Continuamos con la RCP inmediatamente y de forma ininterrumpida durante 2 minutos, sin comprobar si ha desaparecido la fibrilación ventricular ni si hay signos de vida o pulso hasta que llegue la ayuda cualificada, la víctima recupere su respiración normal y el socorrista está exhausto.
  10. Si la víctima presenta una asfixia de causa conocida, se inicia la RCP aplicando 5 ventilaciones de rescate, para continuar con la secuencia 30:2 (30 compresiones, 2 ventilaciones).

Protocolo de actuación en niños y bebés (de o a 12 meses)
  1. Iniciamos siempre el procedimiento con 5 ventilaciones de rescate.
  2. Continuamos con la secuencia de 30 compresiones seguidas de 2 insuflaciones, utilizando el procedimiento boca-nariz, en el caso de que haya uno o dos socorristas no sanitarios. La secuencia será de 15 compresiones seguidas de 2 insuflaciones (relación 15:2) si hay dos reanimadores sanitarios.
  3. Repetimos la secuencia hasta que llegue ayuda o a la víctima recupere la función respiratoria. En este último caso, se le coloca en PLS y se llama al 112.
  4. Si no se recupera, continuamos con las maniobras de RCP hasta que podamos disponer de un DESA. En caso de disponer en ese momento de uno, debemos tener en cuenta que se puede utilizar en niños entre uno y ocho años, pero usando atenuadores de energía.
  5. Inmediatamente la RCP durante 2 minutos (con un solo reanimador, durante 1 minuto), antes de llamar al 112.
  6. Finalmente hay que continuar hasta que llegue ayuda cualificada; el niño recupere la respiración y la circulación, o el reanimador esté exhausto.

D) Desfribilador externo semiautomático (DESA)

Una de las consecuencias de la enfermedad cardiovascular es la parada cardiorespiratoria, desencadenada, generalmente, por una fibrilación ventricular.

Esta arritmia es potencialmente reversible, si se hace pasar por el corazón una descarga eléctrica (choque eléctrico). A este procedimiento se le conoce habitualmente como desfibrilación.

Descripción
Los desfribriladores pueden ser: externos y manuales ( los que llevan palas); externos automáticos o semiautomáticos( DESA, que llevan electrodos) e internos ( de implantación quirúrgica).

El DESA (desfibrilador externo semiautomático) es un aparato electrónico portátil que se utiliza para aplicar de forma programada y controlada una descarga o choque eléctrico a un paciente o víctima para intentar revertir una arritmia cardíaca (fibrilación).

El DESA puede ser utilizado por personal no sanitario, con seguridad y eficacia debido a su fácil manejo, simplemente siguiendo las instrucciones audiovisuales que va indicando en cada paso.

El DESA está compuesto por:
  • Un dispositivo que monitoriza y analiza el ritmo electrocardiográfico (ECG) de la víctima y libera un choque o descarga eléctrica cuando es accionado por el socorrista. Un choque eléctrico despolariza el miocardio y termina con la fibrilación ventricular, facilitando el reinicio de la actividad eléctrica del corazón.
  • Un sistema informático que marca la secuencia de actuación y que emite una serie de órdenes audiovisuales que debe seguir el personal para su correcto manejo.
  • Unos electrodos que se aplican sobre el pecho de la víctima
  • Un sistema de registro del ritmo cardíaco del corazón y de la actividad del personal que lo maneja.
  • Otros materiales accesorios.

Las recomendaciones internacionales, en relación con las características que deben reunir los DESA, exige que sean:
  • Completamente seguros y sensibles a la detección de los ritmos susceptibles de choque eléctrico.
  • Fáciles de usar, de bajo peso y bajo coste.
  • Eficaces con un mantenimiento mínimo.

Protocolo de aplicación
  1. Iniciamos la RCP de acuerdo con las normas especificadas en el SVB.
  2. Colocamos el DESA abierto y junto a la cabeza de la víctima, en el lado izquierdo, y lo encendemos.
  3. Le quitamos a la víctima la ropa que le cubra el pecho.
  4. Aplicamos los dos electrodos: uno debajo de la clavícula derecha y otro en el costado izquierdo, a unos 10 centímetros, aproximadamente, por debajo de la axila.
  5. Esperamos a que el aparato analice el ritmo cardíaco de la víctima.
  6. Debemos asegurarnos de que nadie está tocando a la víctima y hacer una señal con la mano o gritar ¡Todos fuera! o ¡Listo! ante de iniciar la descarga.
  7. Si el desfibrilador no aconseja la descarga( en caso de un ritmo cardíaco no desfibrilable), seguimos con la RCP durante 2 minutos antes de realizar un nuevo análisis del ritmo cardíaco de la víctima. Seguiremos la secuencia 30:2 o 15:2, según proceda.
  8. Si, por el contrario, el desfibrilador aconseja la descarga, pulsamos el botón de descarga (asegurándonos de que nadie toca a la víctima).
  9. Reanudamos la RCP inmediatamente durante 2 minutos (secuencia 30:2 para adultos y 15:2 para niños).
  10. Comprobamos el ritmo cardíaco (reanalizar) y, solo si está indicado, aplicamos una nueva descarga.
  11. Si la víctima se recupera, la colocamos en PLS.
  12. Si no se recupera, continuamos con el protocolo siguiendo los mensajes del DESA hasta que :
    • Llegue ayuda cualificada y se haga cargo del paciente.
    • La víctima empiece a respirar de forma espontánea ( le pondremos en PLS).
    • El o los reanimadores se agoten.


Descarga eléctrica con el DESA en función de la edad:
  • En adultos :
    • Monofásico 360 Julios ( J )
    • Bifásico 150-360 J
    • Continuar con RCP ininterrumpidamente durante 2 minutos, secuencia 30:2
  • En niños :
    • De 1 a 8 años : 50-75 J ( con atenuadores eléctricos ).
    • Mayor de ocho años: mismas pautas que los adultos.
    • Continuar con RCP ininterrumpidamente durante dos minutos, secuencia 30:2 o 15:2.

E) Obstrucción de la vía aérea por cuerpos extraños (OVACE)


La obstrucción parcial o total de la vía aérea se produce cuando un elemento extraño se aloja en la garganta o en las vías respiratorias, lo que hace necesaria la aplicación de las maniobras adecuadas para su eliminación, evitando así la interrupción de la respiración normal.

Si el bloqueo no se produce en las vías altas, es posible que pase desapercibido hasta que se complique el estado general de la víctima. El objeto suele impactarse en los bronquios de pequeño calibre, lo que puede desencadenar un proceso de infección y colapso pulmonar agudo que va a requerir tratamiento médico urgente.

OVACE en adultos y niños mayores de un año
La actuación de primeros auxilios va a ser la misma tanto si OVACE afecta adultos como si afecta a niños mayores.
Protocolo de actuación
  1. Si la víctima está respirando y puede hablar, le pedimos que tosa para intentar eliminar el cuerpo extraño y, por tanto, la obstrucción.
  2. Retiramos cualquier cuerpo extraño que veamos en la boca, introduciendo los dedos índice y corazón formando un gancho.
  3. Debemos tener cuidado para no desplazar el cuerpo extraño hacia el interior de las vías respiratorias.
  4. Si la víctima no puede hablar ( lo que indica que la obstrucción es más baja), nos colocamos por detrás y le sujetamos el pecho con una mano, pidiéndole que se incline hacia delante.
  5. Aplicamos hasta cinco golpes secos, con el talón de la otra mano, entre los omoplatos (interescapular), para provocar la tos y facilitar el movimiento del objeto hacia el exterior.
  6. Si con esta maniobra no conseguimos eliminar el cuerpo extraño, aplicaremos la maniobra de Heimlich. 
    • LA MANIOBRA DE HEIMLICH se lleva a cabo aplicando los siguientes pasos, según se trate de una víctima consciente o inconsciente.
      • CONSCIENTE
        1. Nos situamos por detrás de la víctima y la abrazamos por la cintura(plexo solar).
        2. Formamos un puño con la mano derecha y la situamos entre el ombligo (cuatro dedos por encima del mismo) y el apéndice xifoides, la punta de esternón de la víctima (justo por encima del estómago)
        3. Cogemos el puño con la otra mano, sujetándolo con fuerza.
        4. Presionamos fuertemente el abdomen y a la vez realizamos un movimiento de las manos hacia dentro y hacia arriba, para producir una tos artificial que va a facilitar la movilidad y el desalojo del obstáculo.
        5. Repetimos la maniobra 5 veces consecutivas.
        6. Cada 5 minutos, revisaremos el estado de la víctima; si no remite, llamaremos al 112.
      • INCONSCIENTE
        1. Colocamos a la víctima en decúbito supino.
        2. Nos colocamos a horcajadas sobre sus caderas.
        3. Ponemos el talón de una mano sobre el abdomen de la víctima, entre el ombligo y el apéndice xifoides del esternón.
        4. Apoyamos la otra mano sobre la anterior y presionamos rápido y fuerte el abdomen, empujando hacia abajo y hacia arriba, en dirección al tórax.
        5. Repetimos la maniobra al menos 5 veces seguidas.
        6. Tiramos hacia arriba de la mandíbula de la victima para separar la legua del fondo de la boca.
        7. Introducimos en la boca el dedo índice hacia la mejilla y hacia atrás, y lo hacemos girar hacia abajo tratando de enganchar el obstáculo, si está visible. Si no se puede sacar, debemos tener ciudado de no empujarlo hacia dentro.
        8. Si fracasan las medidas anteriores, se deberá iniciar la respiración artificial.
        9. Si la víctima se recupera, la colocamos en posición lateral de seguridad (PLS).
        10. Por último, trasladamos a la víctima con urgencia a un centro sanitario.


OVACE en lactantes
En caso de menores de un año, seguiremos el siguiente protocolo.
Protocolo de actuación
  • CONSCIENTE
    1. Colocamos al lactante en decúbito prono.
    2. Sostenemos su cuerpo, apoyándolo sobre el antebrazo y la mano.
    3. Sujetamos firmemente su cabeza por la mandíbula, de forma que esté extendida y más baja que el tronco.
    4. Golpeamos en la espalda, entre los omóplatos, con el talón de la otra mano (hasta 5 veces).
    5. Comprobamos la boca del bebé y retiramos con el extremo de los dedos cualquier objeto extraño que se vea.
    6. Si persiste la obstrucción, aplicamos la misma pauta que si estuviese inconsciente y llamamos al 112.
  • INCOSCIENTE
    1. Colocamos al lactante en decúbito supino sobre una superficie rígida, o bien, apoyado sobre nuestro antebrazo y mano.
    2. En el primer caso, nos colocamos a sus pies.
    3. Utilizando dos dedos(índice y corazón), presionamos hacia dentro y hacia arriba (cabeza), sobre el esternón del bebé, un dedo por debajo de la línea que une los pezones (entre el ombligo y el apéndice xifoides).
    4. Realizamos cinco compresiones torácicas, como máximo, y comprobamos la boca.
    5. Si no se supera la obstrucción, repetimos el procedimiento desde el principio(víctima consciente) hasta tres veces.
    6. Llamamos al 112, para trasladarlo a un centro sanitario.
    7. Continuamos con maniobras de RCP.



hasta aquí el tema!!!!
Si queréis profundizar en materia u os interesa más el tema, podéis visitar: Salvar1vida


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